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Tratamiento General
El niño con IDCG debe ser aislado de los niños que no pertenezcan a la familia, especialmente de los niños pequeños. Si el niño enfermo tiene hermanos que vayan a la guardería, la escuela dominical, al centro infantil o a la escuela de primaria, la posibilidad de traer varicela a la casa representa el mayor peligro. Afortunadamente, esta amenaza está disminuyendo gracias al uso generalizado de la vacuna de la varicela (Varivax). Sin embargo, los padres deben alertar a las autoridades escolares de este peligro, para que puedan ser notificados cuando haya un brote de varicela en el colegio. Si los hermanos han sido vacunados o ya han tenido varicela, no hay peligro. Si los hermanos no han sido vacunados o no han tenido varicela y han estado muy expuestos a la enfermedad, deben vivir en otra casa durante el período de incubación (de 11 a 21 días). Se considera que los hermanos han tenido un contacto cercano con la varicela si han compartido la misma mesa de lectura, comido o jugado con un niño que manifiesta la varicela en cualquier momento durante las 72 horas posteriores a dicha exposición. Si algún hermano tiene un brote de varicela en casa y expone al niño con IDCG, el paciente debe recibir inmunoglobulina especifica para la varicela (VZIG) o una terapia de substitución con inmunoglobulina inmediatamente. Si, a pesar de esto, el niño se infecta de varicela, debe recibir acyclovir en el hospital durante un periodo de 5 a 7 días. Los niños que han sido vacunados con la vacuna viva de polio pueden secretar virus vivo de polio, que puede ser peligroso para los niños con IDCG. Por tanto, los niños que entran en contacto con el niño con IDCG (sus hermanos, por ejemplo) deben recibir la vacuna de polio con virus muertos, no atenuados.
Por lo general, no se debe llevar a un niño enfermo de IDCG a lugares públicos (guarderías, centros infantiles de iglesias, consultorios médicos, etc.) donde podría verse expuesto a otros niños pequeños que pueden ser portadores de agentes infecciosos. También debe limitarse el contacto con los parientes, especialmente con aquellos que tienen hijos pequeños. No es necesario recurrir a procedimientos elaborados de aislamiento, ni que los padres lleven máscaras o batas en casa. Sin embargo, es fundamental lavarse las manos con frecuencia.
Aunque ninguna dieta es de especial ayuda, la nutrición es, sin embargo, muy importante. En algunos casos, el niño enfermo de IDCG no puede alimentarse de forma normal, lo que a su vez puede producir desnutrición. Por consiguiente, algunos niños pueden necesitar alimentación intravenosa continua para mantener la nutrición normal. Los niños enfermos suelen tener poco apetito, así es que quizá no sea posible mantener una buena nutrición con métodos habituales.
La muerte por infección de Pneumocistis jerovicii, un microorganismo muy extendido que rara vez causa infecciones en personas normales, pero que provoca neumonía en los pacientes con SCID, solía ser un desenlace común en este síndrome. La neumonía por este microorganismo puede prevenirse mediante un tratamiento profiláctico con trimetoprim-sulfametoxazol. Todos los niños con IDCG deben recibir este tratamiento preventivo hasta que el defecto en sus células T haya sido corregido.
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